La trazabilidad se ha vuelto un aliado imprescindible para hacer que la intralogística de las empresas sea más eficiente, flexible y competitiva.

En el contexto 4.0 en el que nos encontramos, la trazabilidad se ha vuelto un imprescindible dentro de la cadena de suministro de múltiples empresas. Este concepto tan usado, se refiere a la posibilidad de identificar el origen y las diferentes etapas que recorre un producto a lo largo de todo un proceso productivo y, también, durante la última milla.

Este proceso se consigue gracias al uso de una serie de procedimientos que posibilitan conocer la ubicación y el estado de un producto a lo largo de la cadena de suministro en todo momento. Además, la trazabilidad puede rastrear el recorrido de la mercancía o, incluso, conocer de antemano el camino que va a tomar.

Trazabilidad logística: la ventaja para empresas, consumidores y autoridades

En empresas

Puede ayudar a identificar los puntos débiles que se encuentran a lo largo de la cadena de suministro. Por ello, es imprescindible para resolver las posibles incidencias de manera más eficiente y aumentar la productividad. De esta manera es posible acabar con los errores relacionados, por ejemplo, con la mala manipulación de la mercancía. En definitiva, la trazabilidad es una garantía para mejorar la calidad del servicio logístico.

En consumidores

La trazabilidad es una manera de garantizar la confianza de los clientes de cara a la compra, tanto de productos como servicios. Sobre todo, cuando nos encontramos en una economía global, en la que es común encontrarnos con complejos flujos de mercancías a nivel nacional e internacional.

En autoridades

Hay sectores en los que la trazabilidad es clave para la salud pública como son el farmacéutico o el alimentario. En ellos, los sistemas de rastreabilidad son necesarios y obligatorios, pues pueden garantizar el buen estado y ubicación de las mercancías.

¿Cuáles son los diferentes tipos de trazabilidad logística?

Aprende acerca de los distintos tipos de trazabilidad que existen y que manejamos en el sector logístico. Estos afectan en función de la operativa.

  1. Tracing: rastreo o trazabilidad hacia atrás

La trazabilidad, en este caso, sirve para identificar el origen de un lote o una unidad de carga. Así, es posible explorar las diferentes etapas que ha seguido una mercancía concreta, desde su producción hasta su entrega final. Por tanto, es capaz de identificar, inclusive, las materias primas utilizadas para su creación o las operaciones de producción que se llevaron a cabo.

  1. Tracking: seguimiento o trazabilidad hacia delante

Este otro tipo, hace referencia a la opción de seguir la ruta que va a realizar una determinada unidad de carga o lote. De esta manera, es posible predecir el camino que va a efectuar y realizar una estimación muy precisa de la entrega. Esta trazabilidad es la más utilizada en el eCommerce, a fin de informar de los pasos que va dando el producto hasta su destinatario final.

Los pasos o etapas que registra del envío, son los siguientes:

Preparación de pedidos: cuando el almacén ha recibido la mercancía y está siendo empaquetada.

En tránsito: cuando se expide la mercancía.

En centro de reparto: cuando el paquete se encuentra en el centro de distribución.

En reparto: cuando el transportista emprende su ruta para llevar los paquetes a su destino.

Entregado: cuando el pedido llega a su destino final.

  1. Trazabilidad interna

Esta es aquella que cubre la trayectoria de la mercancía a lo largo de la cadena productiva de la propia empresa hasta que es expedida. El reto de este tipo de trazabilidad es lograr el máximo detalle en cuanto a la  identificación, delimitación y registro de los movimientos de los productos.

  1. Trazabilidad externa

En este caso, la trazabilidad consiste en un sistema de identificación y registro que se enfoca más allá de los límites de la propia empresa. De esta manera, es posible abarcar todos los eslabones de la cadena de suministro y controlar el tránsito, inclusive, en diferentes países.

Para que este funcione, el sistema de codificación debe compartirse por cada uno de los agentes involucrados en el flujo de mercancías.

Beneficios de la trazabilidad en el almacenamiento y flujo interno de mercancías

Es destacable el poder positivo que puede infligir la trazabilidad en el almacenamiento y flujo interno de mercancías. Pues ayuda a:

  • Formalizar y estandarizar en un solo canal la información y datos que deben compartirse con las diferentes áreas y etapas de la cadena de suministro.
  • Reducir el porcentaje de la introducción manual de datos.
  • Visibilizar y controlar todos los procesos.
  • Calcular de forma automatizada los indicadores de gestión.
  • Usar e implementar herramientas basadas en la última tecnología necesarias para agilizar el flujo interno de mercancías y optimizar el almacenamiento.
  • Aumentar la agilidad y eficiencia en la búsqueda de mercancías dentro del almacén.
  • Reducir los tiempos y costes intralogísticos, al eliminar las ineficiencias. Es decir, disminuir los gastos operativos innecesarios.
  • Simplificar la localización de los lotes problemáticos.
  • Identificar la materia prima de los productos que se gestionan.
  • Coordinar a la perfección el almacén con los distribuidores, pues es posible crear una guía con la que alinear los pedidos, suministros y dar seguimiento a los paquetes.

Cómo conseguir este poder: elementos básicos que componen un sistema de trazabilidad

Los tres pilares fundamentales en los que se apoya la trazabilidad son:

  1. Fórmulas de identificación y codificación de las mercancías

La trazabilidad necesita identificar de forma única las unidades de carga y los lotes. Esto sólo es posible si se implementa un lenguaje estandarizado que sea compartido por todos los agentes implicados. Así, será mucho más sencillo registrar los datos, pues lo hará de forma automatizada.

Los sistemas más utilizados en todo el mundo son:

  • Código de barras: basado en el uso de un lenguaje común que crea códigos únicos que pueden identificar la mercancía gracias a una serie de números traducidos en forma de barras.
  • RFID: se basa en una etiqueta capaz de transmitir los datos a través de unas ondas de radiofrecuencia.
  1. Sistemas de recogida y registro de datos

Para que la trazabilidad de nuestra empresa funcione a la perfección, es necesario implementar una serie de dispositivos que actúen como un puente entre el mundo digital y físico.

Estos dispositivos clave pueden ser, por ejemplo, los códigos de barras, sensores de temperatura y humedad o antenas o arcos RFID. También estarían incluidas soluciones como el picking por voz o los terminales de radiofrecuencia.

  1. Software de procesamiento de datos

Sólo es posible unir el flujo de información con los movimientos del mundo físico, si contamos gracias a un sistema informático integrado que reúna todos los datos, los procese y comparta entre todas las partes implicadas.

Los principales tipos de software utilizados de trazabilidad son los siguientes:

  • Sistema de gestión empresarial o ERP: un software diseñado para confluir las distintas fuentes de información de las principales áreas de una empresa.
  • Sistema de gestión de almacén o SGA: este es un potente software capaz de optimizar todos los flujos de mercancías que se producen dentro del almacén. Gracias a él, es posible registrar los productos y comunicar al resto de sistemas con los que trabaja la empresa.

En definitiva, la trazabilidad es la herramienta clave si lo que queremos es lograr una intralogística cuyo almacenamiento y flujo interno de mercancías sea eficiente, flexible y competitivo. Sólo así las empresas subirse a la ola 4.0 y beber de sus ventajas.