Su crecimiento se ha dado de una manera imparable, y su estabilidad está generando grandes cambios en materia de enfocar las gestiones. El comercio electrónico ha dado la vuelta al modelo tradicional de compra y venta, pero ¿es sostenible? ¿va a cambiar de manera permanente la actividad logística?

El sector de la logística y el transporte realiza una actividad clave para los comercios, y no sólo a nivel nacional. La globalización también ha generado que la actividad de este ámbito se encuentre interconectada. En este contexto, el comercio electrónico ha supuesto también una gran influencia en su crecimiento.

La pandemia del COVID – 19 y su consecuente confinamiento puso a la logística como motor clave para hacer frente a todos los retos que la sucedieron. El transporte de fármacos, mascarillas, alimentos, objetos o ropa dependían de un único eslabón: la actividad logística y de distribución. Fue así como se dio el impulso a la creación de comercios de manera online.

En la actualidad este nuevo modelo de compra se ha consolidado, acaparando de manera progresiva la actividad de las tiendas físicas. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia señala cómo el pasado trimestre de 2022 el comercio electrónico superó en España los 15.600 millones de euros. Esto supone un aumento del 25,3% respecto al año anterior. Lo que podemos entender con esta información es que el papel del e-Commerce es cada vez mayor, lo que incrementa la necesidad de adaptar a éste la actividad logística.

¿Cómo afecta a la logística?

Realmente el hecho que más está influyendo en la actividad de la cadena de suministro es su paso a la sostenibilidad. Pero para direccionarse a éste, y que el cambio se dé de manera permanente, hay que poner un importante foco en el desarrollo de sus operaciones. De nada sirve adaptar los recursos a una actividad respetuosa con el medio ambiente si no se piensa en los modelos que la direccionan.

El comercio electrónico está generando también un gran cambio en la manera de comerciar y distribuir. Desde la forma de compra hasta la manera de adquirir un producto, la consolidación de estos modelos de negocio parece ser cada vez más estable.

La actividad logística tradicionalmente estaba enfocada al comercio B2B – distribución entre empresas – y no tan dirigido al cliente final – B2C -. En la actualidad, se ha afianzado este nuevo enfoque de compra, lo que deriva en un redireccionamiento de la labor del sector.

Soluciones para hacer frente al comercio electrónico

Es en este escenario donde se deben buscar remedios para tratar de evitar cualquier mala gestión que pueda afectar al desarrollo normal de la actividad dada dentro y fuera del almacén. Para ello, hay que poner el foco en dos cuestiones:

  1. Flexibilidad. La incertidumbre que ha generado el cambio de las tiendas físicas a las online continúa afectando a la manera de almacenar y distribuir las cargas. Por ello se deben adaptar los recursos del almacén al cambio, llevar una gestión de los procesos que pueda ser adaptable a todo tipo de previsiones. ¿Cómo lograrlo? Gracias a las nuevas tecnologías podemos contar con SGA y muchos otros softwares como los Digital Twins, que te ayudan a organizar tus recursos ante cualquier escenario.

 

  1. Trazabilidad. El poder realizar todas las gestiones desde una plataforma online genera una gran cantidad de datos, que resultan de gran utilidad. Hacer una buena administración de éstos puede ayudar tanto a conocer las debilidades y fortalezas de la empresa como a poder llevar una trazabilidad completa de todas las operaciones que se dan dentro del almacén. Poder llevar un control completo y a tiempo real del movimiento de las mercancías no supone más que una clara ventaja competitiva de cara a los clientes finales.

Todos los indicios apuntan a una misma dirección: el comercio electrónico ha llegado para quedarse. Ante esta resolución debemos de tratar de adaptarnos lo antes posible a los cambios venideros para poder asegurar el progreso del negocio y evitar contrariedades.